Si hay un relato que nos fascina de todo el espectro de historias ufológicas es el de los encuentros de aviones tripulados por humanos con aeronaves de origen desconocido. Quizás porque nos remite a incontables películas en las que este escenario tiene lugar, o por el miedo que causa el cruce de nuestra insignificante tecnología con la de los prodigiosos ovnis. Sin duda, este asunto tiene tanto de romántico como de terrorífico. Lo cierto es que si bien, este tipo de historias fueron relativamente frecuentes en la era dorada de los ovnis (hace 30 o 40 años), cada cierto tiempo es inevitable que nos llegue alguna información sobre algún caso inédito. Algo que demuestra que el fenómeno ovni es incombustible.